SOY UN BLANDO

Me desperté sobresaltado y tembloroso...Otra vez había tenido aquella horrible pesadilla.Desde hacía ya dos semanas soñaba constantemente que paseaba bajo el sol y mi cuerpo se reblandeciá de repente para,a continuación,convertirme en un tomate,un arbolito o un rey mago...

¡Era demasiado!,pero la situación empeoró cuando intenté sorber un trago de café en el desayuno y me empapé todo...¡Mi boca era incapaz de ingerir nada!...Asustado,corrí hacia el espejo del baño...la inexpresividad de mis ojos y la anormal textura de mi piel me convencieron de que lo que me estaba sucediendo era tan incomprensible como extraño y decidí visitar a un psiquiatra...

La consulta del doctor Plas parecía una casita de muñecas pero era un escenario tan bueno (o tan malo) como otro para recibir la bofetada de la verdad;una verdad que cambiaría mi vida para siempre...

El doctor me miró primero fijamente,de arriba a abajo;luego tocó la campanilla que había sobre su mesa y al instante apareció,sonriente,su oronda secretaria y esposa con un mazo gigante en sus manos...

A una orden del anciano psiquiatra ella le arreó con el mazo en toda la cabeza,despachurrándosela toda...Mientras con sus propias manos y delante de un espejo dieciochesco que le sujetaba su mujer Doc se recomponía moldeándose con las manos,mirándome de nuevo fijamente me dijo:

-"¿Lo entiendes ahora?...¡Somos como tu!...¿Sabes como se llama mi media naranja,mi esposa?,¿verdad?..."

-"Sí,doctor Plas,...Tilina es su nombre,...respondí pasmado"

...Efectivamente chavalote...¡ERES UN BLANDO!-me dijo el doctor para a continuación empezar a reirse histericamente mientras se aplastaba y se recomponía sin cesar y hacía juegos malabares con sus globos oculares...

Me chafó un poco todo aquello...¡Pero me recompuse!...¡Ja,ja,ja,ja...!...