No era capaz de asimilar la terrible noticia que el medico me habia dado aquella misma mañana..."¡Eres una mujer!",me dijo sonriendome maliciosamente y con las manos en sus bolsillos agujereados...y acto seguido me invito a cenar.
...Yo,que podia ser una mujer pero que no era una cualquiera,le nege mis favores y desde ese momento me identifique con el feminismo.
...Me costo mucho adaptarme a la nueva situacion: ...mear sentada,cambiar mi nombre de Nuño por Nuña,ver culebrones,mover el culo con gracia al andar,...
...Pero lo peor fue con los muchachos: ya no mas baños desnudos en la playa,ya no salir a "ligarse unas pibas" los sabados por la noche,ya no mas partidos de futbito ( siempre me entraban "a romper la ropa" y siempre caian sobre mi ).
Me vi obligado a renunciar a su compañia y me converti en un tipo trtiste y solitario...
...Un dia,mientras me palpaba intrigado y curioso las mamas en la intimidad de mi habitacion recien pintada de rosa ,decidi pedir ayuda a mi madre...Ella,seguro,me ayudaria...Para ella el sexo no seria mas que una simple caracteristica,como el color del pelo o la estatura...el sentimiento maternal-¡el mas fuerte del mundo!-me arroparia y aconsejaria en mi desdicha.
...Me puse las medias y sali de casa...
...LLegue a casa de mi madre y recorde los momentos felices que habiamos pasado con mi difunto padre cuando yo ,nunca mejor dicho ,era un niño...Ahora mi mami habia rehecho su vida con Ambrosio,un exportero de discoteca de moda,...El fue precisamente quien me abrio la puerta;...dudó un momento entre estrecharme la mano o darme dos besos ,para al final no hacer ninguna de las dos cosas,pero eso si sin parar de reirse desde que me vio y sin cesar de repetir incansablemente : ¡que día llevo!...
...Le costo explicarme entre risas cada vez menos disimuladas que mi madre se habia visto obligada a salir de compras para renovar todo su vestuario...que el médico le habia dicho esa misma mañana que...¡ERA UN HOMBRE!...
...Yo caí sentado en el sillón "de los nervios" mientras Ambrosio,que ya no se sabia muy bien si reia o lloraba,sacaba un bote de pintura azul del viejo armario y se ponía a pintar las paredes a la vez que repetía y repetía casi en un susurro: ¡que día llevo!,¡que día llevo!...
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